Se utilizó en la Guerra Civil Española, de 1936 a 1939.
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El farol de carburo en un carruaje, a principios del siglo XX, era un elemento esencial para la seguridad y la iluminación durante la noche. En una época en la que la mayoría de las carreteras no estaban pavimentadas y no había luces, los farolillos de carburo eran una necesidad para los conductores de carruajes, era popular debido a su portabilidad y facilidad de uso, además de ser una alternativa más económica a otras fuentes de luz en ese momento.
Consistía en una lámpara que contenía una mezcla de carburo de calcio y agua. Al entrar en contacto, estos dos elementos generaban un gas inflamable que, al ser encendido, producía una llama brillante. La lámpara era montada en la parte frontal o trasera del carruaje y se encendía con una cerilla o un fósforo.
A diferencia de otros tipos de faroles que requerían electricidad o velas, el farolillo de carburo podía ser rellenado fácilmente con más carburo de calcio.
Además de ser una herramienta útil para la iluminación, los farolillos de carburo eran también un elemento estético para los carruajes. Muchos de ellos eran decorados con detalles elaborados y estaban disponibles en una amplia variedad de diseños y tamaños. Estos farolillos también eran una forma de identificación para otros conductores y viajeros en la carretera, permitiéndoles saber de qué tipo de vehículo se trataba.
Sin embargo también presentaban algunos problemas y riesgos. En primer lugar, el carburo de calcio era muy inflamable y podría explotar si se manejaba de manera incorrecta. Además, la luz que proporcionaban no era muy brillante y solo iluminaba una pequeña área, lo que significaba que los conductores debían ser muy cuidadosos al manejar sus carruajes en la oscuridad.
A pesar de estos inconvenientes, el farolillo de carburo fue un elemento importante en los carruajes de la época y ayudó a mejorar la seguridad de la conducción nocturna. Con el paso del tiempo, sin embargo, fueron desarrollándose alternativas más seguras y efectivas para la iluminación nocturna, lo que llevó a su desaparición.
A pesar de estos problemas, los farolillos de carburo eran una parte integral de la vida en la carretera en su momento. Su uso permitió a los conductores de carruajes viajar con mayor seguridad y comodidad en la oscuridad, y su diseño y estética contribuyó a la elegancia y el estilo de la época.
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Los ornamentos y patrones se amartillan y graban a mano. Este tipo de bandeja es usada en Marruecos tradicionalmente para servir el té. Es de 30,4cm de diámetro.
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Las texturas PBR (Physically Based Rendering) en 3D, utilizadas con esta figura escaneada, son un tipo de textura que se utiliza para hacer que los objetos en un mundo 3D parezcan más realistas.
En lugar de simplemente agregar colores y sombras a una superficie, las texturas PBR se basan en principios físicos para simular cómo la luz interactúa con diferentes materiales. Esto significa que las texturas PBR tienen en cuenta cosas como la reflexión, la refracción, la rugosidad, la opacidad y otros aspectos físicos de un material.
Expliquemos un poco qué es un Nkisi.
Un Nkisi es un objeto sagrado que actúa como un recipiente para la energía espiritual o el poder sobrenatural, y se utiliza en los rituales religiosos y la sanación. La palabra «Nkisi» también puede referirse a la deidad o espíritu al que se invoca en el ritual.
Por otro lado, un «Noganga» es un curandero o sanador en la tradición bantú, que utiliza los Nkisi en su trabajo. El Noganga es una persona con habilidades especiales para trabajar con la energía espiritual de los Nkisi y utilizarla para curar a las personas enfermas, proteger a la comunidad y resolver conflictos.
Por lo tanto, un «Nkisi-noganga» se refiere a una persona que tiene conocimiento y habilidades tanto en la fabricación y uso de los Nkisi como en la curación y la sanación. Estas personas desempeñan un papel importante en la religión y la cultura tradicional bantú, y se consideran líderes espirituales y comunitarios en su sociedad.
Las figuras Nkisi pueden ser de hombre o de mujer, dependiendo del propósito para el cual se crearon y del espíritu al que se invoca en el ritual. En la tradición bantú, se cree que tanto los hombres como las mujeres tienen habilidades espirituales y pueden conectarse con los poderes divinos. Por lo tanto, tanto los hombres como las mujeres pueden ser curanderos, creadores de Nkisi y líderes espirituales en su comunidad.
Además, algunas figuras Nkisi se crean para representar a deidades específicas, que pueden ser masculinas o femeninas. En tales casos, la figura Nkisi puede tomar la forma de la deidad representada, ya sea masculina o femenina.
Los Nkisi pueden estar hechos de diversos materiales, dependiendo del propósito para el cual se crearon y de la disponibilidad de materiales en la región.
Como el que presentamos aquí, los Nkisi más antiguos se hacían generalmente de madera, ya que era un material fácilmente disponible y fácil de tallar. La madera se tallaba y se decoraba con diseños y símbolos que representaban al espíritu invocado y su poder.
Otros materiales que se han utilizado en la creación de Nkisi incluyen la arcilla, el hierro, la tela, la piel de animales, el marfil y otros materiales naturales. Estos materiales se utilizan a menudo en combinación con la madera, y se tallan, esculpen o moldean para crear la figura Nkisi.
En la actualidad, algunos Nkisi se hacen también de materiales modernos, como plástico o metal, aunque los materiales tradicionales siguen siendo los más valorados en aquella cultura y religión.
La religión y cultura tradicional bantú está basada en la creencia en los espíritus y los ancestros, quienes tienen la capacidad de interactuar con los vivos y pueden influir en sus vidas. La práctica religiosa incluye el uso de objetos sagrados como los Nkisi, y la realización de rituales para la curación, la protección y la resolución de conflictos.
La cultura bantú valora la comunidad y la interdependencia entre sus miembros, y los rituales y celebraciones comunitarias son una parte importante de la vida social y espiritual. La música, la danza y el arte también tienen un papel importante en su expresión cultural.
Este bastón es un obsequio del jefe de una tribu de la República Democrática del Congo a un médico que salvó la vida de su hijo, en el año 1970.
El bastón de mando era un objeto importante en la cultura de las tribus de la R.D. del Congo. Representaba el poder y la autoridad del jefe de la tribu. Era un símbolo tangible de su posición y se utilizaba en situaciones importantes para ejercer su liderazgo. Por ejemplo, el jefe podía usar el bastón de mando para presidir reuniones y ceremonias, para tomar decisiones clave y resolver conflictos. La posesión del bastón de mando era un indicador de la capacidad y el prestigio del jefe y era considerado un signo de respeto hacia su autoridad. A través de su uso, el jefe transmitía su autoridad, guiaba a su tribu y aseguraba que sus decisiones fueran respetadas y apoyadas.
Además, el bastón de mando tenía un significado cultural y tradicional que se transmitía de generación en generación. Era visto como un objeto de valor y se consideraba que tenía una historia y un linaje propios. Por lo tanto, su transferencia de un jefe a otro se realizaba con una cierta ceremonia y solían ser objeto de un trato especial.
Los bastones de mando utilizados por los jefes de las tribus de la R.D. del Congo solían ser elaborados en materiales variados, pero con un enfoque en la durabilidad y el simbolismo. Algunos eran hechos de materiales naturales como madera, hueso o marfil, mientras que otros podían estar hechos de metal o materiales sintéticos.
La madera era un material popular para los bastones de mando, ya que era duradero y fácil de trabajar. Los jefes a menudo elegían maderas preciosas y raras para simbolizar su estatus y autoridad. Además, la madera podía ser tallada y decorada con diseños y patrones elaborados para añadir un toque personal y significativo al bastón.
El hueso y el marfil también eran materiales populares para los bastones de mando, y solían ser vistos como materiales más nobles y lujosos. Eran más difíciles de trabajar que la madera, pero el resultado final era un bastón más elegante y sólido.
En algunos casos, los jefes también podían usar bastones de mando hechos de metal o materiales sintéticos, como el acero o el plástico. Estos materiales ofrecían una mayor durabilidad y resistencia a la corrosión, y solían ser más ligeros y fáciles de manejar que los bastones de madera o hueso.
Solían estar decorados con una variedad de figuras y símbolos que representaban su autoridad y su papel en la tribu. Algunos de los diseños más comunes incluían:
Animales: Representaciones de animales como leones, elefantes o serpientes podían aparecer en los bastones de mando para simbolizar la fuerza y el poder del jefe.
Plantas y árboles: Las hojas y las raíces de las plantas y los árboles a menudo se representaban para simbolizar la estabilidad y la fortaleza de la tribu.
Estrellas y planetas: Las estrellas y los planetas podían aparecer para simbolizar la protección y la guía del jefe.
Patrones geométricos: Los patrones geométricos, como los círculos, las líneas o las formas repetitivas, podían estar presentes para simbolizar la estabilidad y la armonía.
Personas: Las figuras humanas podían aparecer para representar a antepasados importantes o para simbolizar la autoridad y el poder del jefe.
Solían ser fabricados por artesanos locales. Estos artesanos eran expertos en tallar madera, hueso y otros materiales para crear bastones únicos y elaborados. A menudo, estos artesanos trabajaban a petición de un jefe específico, y el proceso de creación del bastón podía ser muy personalizado y significativo.
Los artesanos también podían ser contratados por comerciantes o misioneros extranjeros que viajaban a las regiones de la República Democrática del Congo, y a menudo los creaban para su venta o para ser utilizados como objetos de colección. En muchos casos, estos bastones eran más simples o más convencionales que los bastones fabricados por los artesanos locales, y solían tener menos detalles y simbolismo.
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