Tinaja andalusí de cerámica y su soporte – S-XIII.
El pasado año 2020, Scan3D colaboró con el Laboratorio de Arqueología de la Universidad de Lleida (UdL) -mediante la Paeria de Lleida-, en la digitalización de una Tinaja andalusí de cerámica y su apoyo del S-XIII encontrados en unas importantes excavaciones arqueológicas, en el barrio de La Cuirassa de la ciudad de Lleida, llevadas a cabo entre los años 2015 y 2017. Nos desplazamos hasta la Universidad.
Se trataba de 56 fragmentos de una tinaja andalusí de cerámica de época almohade –en concreto del siglo XIII- y el soporte que la sujetaba, del que no se conoce la existencia en el conjunto de la Península Ibérica de ningún otro con las mismas características.
El proyecto de digitalización debía trabajarse con escáner 3D (y es por este motivo que contactaron con Scan3D) ya que era imprescindible que las medidas de los fragmentos de la tinaja fueran exactamente iguales a los originales para poder hacerlos coincidir a la hora de la reconstrucción tridimensional. En este caso, no se podía utilizar la técnica de la fotogrametría digital, ya que los resultados con esta técnica no eran del todo precisos. Para la realización de este proyecto utilizamos un escáner 3D de alta resolución de luz estructurada Artec.
El proceso fue dirigido por el Arqueólogo Municipal de la Paería de Lérida, Xavier Payà y el también arqueólogo Joan Eusebi Garcia Biosca. Debido a su fragilidad y relevancia, las piezas fueron manipuladas en todo momento por Carme Prats y Maria trigo, responsables del Laboratorio de Arqueología de la Universidad de Lleida (UdL), quienes llevaron a cabo el minucioso y excelente trabajo de restauración de las citadas piezas.
Los trabajos de urbanización realizados en el antiguo barrio del Seminario entre la primavera de 2015 y el verano de 2017 sobre una superficie de más de 6000 m2, permitieron recuperar importantes restos de una casa acomodada del siglo XIV (bautizada con el nombre de la casa del Pogromo) la cual fue incendiada por los cristianos que entonces vivían en Lleida con el objetivo de hacer huir a los judíos que habitaban en aquella época en el entorno del barrio de La Cuirassa judía de la capital del Segrià (habitado por la aljama judía de la ciudad de Lleida entre los siglo XII y XV), el 13 de agosto de 1391 y que ha sacado a la luz varios vestigios. Los hallazgos constituyen un yacimiento arqueológico con piezas únicas en la Península.
Entre las diferentes piezas que se restauraron y consolidaron destaca la localización de una tinaja apoyada en una base, de la que no se conoce ninguna otra tan entera, entre otras piezas. Entre los objetos hallados hasta ahora, hay armas de defensa (una espada, un arma corta de mano y un hacha de hierro), lámparas de aceite de hierro, fragmentos de candelabros, dos cazuelas de cobre, piezas de cerámica (algunas decoradas en verde y manganeso), restos de tejidos y trozos de madera pertenecientes al mobiliario de la casa, a los que hay que añadir un hallazgo espectacular, afirman los arqueólogos.
La tinaja (56 fragmentos) está decorada con motivos propios de la iconografía musulmana (el árbol de la vida, las gacelas protectoras, los arcos…) y podría haber sido fabricado en el siglo XIII por maestros alfareros del reino almohade de Murcia y Granada. El estado de conservación de la pieza dificultó darle volumen, según Carme Prats.
Una vez iniciada la presentación 3D maximizad
a pantalla completa para observar el detalle 360º
“El soporte, la tinaja y el aguamanos.
Bajo las armas apareció casi entero el soporte de una tinaja en forma de maqueta arquitectónica. En la parte frontal se reproduce la fachada de un patio andalusí con dos puertas de acceso al salón principal. La precede un pórtico con tres arcos sostenidos por columnas, donde el central, de mayor dimensiones, es engrelado, y los laterales, lobulados.
La fachada está decorada con parejas de pequeños animales aplicados y un león en el centro bajo el que se encuentra el agujero de drenaje del agua goteada por la tinaja que había encima del soporte. Con el fin de resaltar la decoración, el alfarero aplicó un vidrio verde oscuro a todos los elementos que sobresalen de la fachada (arcos, columnas y figuras aplicadas), decorando el fondo con rosetas estampilladas, agujeros y líneas incisas repartidas por toda la superficie y que también encontramos en los pies, bordes y paredes laterales donde están las ventanas.
Se trata de una pieza de paredes gruesas y pastas poco depuradas que soportaba el peso de una jarra llena de agua que podía contener entre 50 y 70 litros, reforzada con unas costillas interiores que actúan de contrafuertes y refuerzan la base de soporte de la tinaja. Una producción de época almohade fabricada en talleres localizados en la misma ciudad de Murcia (MARTINEZ, PONZE, 1998) durante la primera mitad del siglo XIII y que en estos momentos se trata del primer soporte de este tipo con fachada tripartita (NAVARRO, 1987, 24 y 44-45, fig.19, NAVARRO, JIMÉNEZ, 1995, 290) encontrado entero en la Península.
Al lado del soporte apareció la tinaja, en este caso rota en muchos fragmentos y aplastada por los tabiques del primer piso. El fuerte impacto recibido en la caída dispersó los fragmentos hasta tocar el muro de cierre sur de la habitación que era la fachada de la calle de abajo y que, al ser sustituido por otro en época moderna, provocó la pérdida de un 30% del volumen de la tinaja, la base, parte del cuerpo y la mitad del cuello y el borde.
Se trata de una pieza completamente decorada (borde, cuello y barriga) con motivos estampados e incisos sobre una fina capa de arcilla depurada de 3 o 4 milímetros (MARTÍNEZ, MARTÍNEZ, 2009: 62, lám. 5) aplicada sobre unas pastas blancas y amarillentas, porosas, poco cocidas y con gruesos desengrasantes. La decoración está distribuida en seis registros separados por líneas de rosetas estampadas. En el interior de estas bandas se representan gacelas enfrentadas y aves de perfil entre arcos lobulados y columnas, árboles o palmeras protegidas por gacelas, motivos geométricos en forma de aspas sobre fondo de espirales y otras llenadas con gotas o lágrimas.
También se pueden ver unos pequeños agujeros aleatorios que atraviesan la capa de imprimación, como ocurre en otras tinajas encontradas en Elda (Alicante) (FRANCO, CONSTÁN, 2016, p. 50 fig. 23) y Jumella (Murcia) (HERNÁNDEZ , SIMÓN, 2016, p.68, fig. 3.3) descritos como parte de la decoración. Nosotros pensamos que el objetivo de estos agujeros era facilitar la transpiración poniendo en contacto el exterior con la pasta de la tinaja ligeramente impermeabilizada por el engobe que soportaba la decoración. Debido al contraste entre la temperatura exterior y la interior, parte del agua contenida en el interior se condensaba en las paredes y goteaba hasta la base del soporte (SÁNCHEZ, PÉREZ, 2013, p. 2-3), de donde salía a través de ese pequeño agujero localizado bajo el león.
Se ha debatido mucho sobre la iconografía representada en la decoración de estas tenazas y su significación, atribuyéndole una función profiláctica, ya que en el mundo andalusí se creía que los malos espíritus se escondían en el interior de estos contenedores (SÁNCHEZ, PÉREZ, 2013, p. 8; NAVARRO, JIMÉNEZ, 2002, p. 147). Recientemente, se han expuesto nuevas interpretaciones al respecto, señalando que trasciende la de proteger el agua, como una verdadera metáfora visual del Jardín del Paraíso (AMORES, 2016, p. 74).
La tercera pieza que formaba parte de la tríada es el aguamanos que recogía el agua derramada por el soporte. Es la peor conservada y, en el momento del incendio, estaba en una habitación del almacén. Se habían conservado pocos fragmentos, pero hemos podido reconstruir todo el perfil viendo que se trata de una pieza fabricada por los propios artesanos y taleros de los que salieron la tinaja y el soporte.
La tinaja, el soporte y el aguamanos formaban una tríada con una doble funcionalidad: como elementos decorativos de prestigio, localizados en los ángulos de los patios o en el interior de los salones principales de las casas andalusíes, y como verdaderas neveras, tal y como lo hacen los botijos en verano, siempre húmedos por fuera y con el agua fresca en su interior. Cabe recordar que eran recipientes donde se contenía el agua para las abluciones prescritas antes de la oración y la que se bebía en el interior de los hogares.
Cuando esta pieza quedó atrapada por el incendio era una verdadera antigüedad que tenía más de 150 años y había sido restaurada con seis grapas de plomo que unieron nuevamente el cuello con el cuerpo. En otras partes de la casa recuperamos varios fragmentos de estas producciones que nos han permitido contabilizar dos tinajas más y un fragmento de paredes verticales, posiblemente los restos de otro soporte o aguamanos. Por tanto, el ajuar de la casa podía estar formado por dos tríadas más de este tipo.
En el caso de los soportes eran piezas hechas por encargo a los alfareros locales para decorar las casas acomodadas de época almohade, ya que su recuperación en contextos arqueológicos está muy restringida a Murcia, Écija y Lorca. Por tanto, y sin descartar que fueran compradas aprovechando los contactos comerciales a los que tenía acceso el propietario de la casa, no nos parece atrevido plantear la posibilidad de que formaran parte del ajuar de una familia judía originaria del sur de España, quizá de la misma ciudad de Murcia, que a mediados del siglo XIII se traslada a La Cuirassa de Lleida.”
Texto descriptivo de las piezas más importantes recuperadas, redactado por el Arqueólogo Municipal de la Paeria de Lleida, Xavier Payà.
Recorte extraído de la Memoria de la actividad del SCT-Laboratorio de Arqueología de la Universidad de Lleida durante el año 2020 – Maria Trigo:
“… En cuanto a la gran tinaja y el soporte en forma de maqueta arquitectónica de manufactura andalusí que se encontraron dentro de la casa incendiada en La Cuirassa, podemos decir que se ha podido realizar la reproducción en 3D de este conjunto tan singular. El soporte en forma de maqueta ya se restauró en 2017. Y los numerosos fragmentos de la tenaza se limpiaron uno a uno durante el año 2018. Esta reproducción digital ha hecho posible el montaje virtual de toda esta tinaja.
Desgraciadamente es algo que no se podrá realizar de forma manual, debido a la fragilidad y la deformación presentes en cada uno de los fragmentos. Los resultados obtenidos, aparte de enseñarnos la belleza y la forma de este gran recipiente, serán de gran utilidad para encontrar la mejor forma de hacer posible la exposición de este objeto tan singular.
Este trabajo ha sido posible gracias a Lluís Casademunt de la empresa Scan3D, y al arqueólogo Joan Eusebi Garcia Biosca. Lluís ha sido el responsable del escaneo, tanto del soporte como de cada fragmento de la tenaza de forma individual, y posteriormente Joan cogió todos los fragmentos de la tenaza y los hizo encajar digitalmente hasta conseguir recuperar la forma original (ver la figura 4).”